Martine, una joven artista de Nueva York, es invitada a la casa cool de una familia liberal de Los Ángeles por una semana. Su presencia revela el status quo cuidadosamente mantenido en la familia produciéndose un lío de enredos sexuales y emocionales.
Sara (Minka Kelly) decide compartir piso con una estudiante llamada Rebecca (Leighton Meester). Al principio todo va bien y la relación es de respeto mutuo; pero llega un momento en que la situación da un giro radical: la recién llegada empieza a involucrar a Sara en una serie de hechos muy turbios que pondrán en peligro su vida.