Los seres humanos tenemos pasiones que a veces disfrutamos, o sufrimos, que pueden estar dormidas y no nos atrevemos a despertar, o que simplemente ocultamos por temor a recato. Pasiones que pueden ser maravillosas o terribles. Despertar de pasiones, es un film con su pasión propia. Desde el comienzo y sin pensarlo, atrapa a sus personajes en una telaraña de pasiones, que los envuelve y manipula a su antojo. Despierta a cada uno de ellos y los aprisiona en los avatares de sus propias pasiones.
El director de Tevelunga, una revista de espectáculos, decide investigar la invasión de travestis en Mar del Plata. Para ello, pide a uno de sus redactores, Jorge Trolombati, que se infiltre y se haga pasar por uno de ellos.
Después de una temporada exitosa en Mar del Plata siguió en Buenos Aires a pedido del público con gran éxito y ahora llega al video, Un music-hall inolvidable, con brillosos vestuarios, baile que lo hace mágicamente hermoso. Jorge Porcel con su picardía lo hará reír y emocionar del principio al fin. Con un Jorge Luz lleno de gracia y ternura y todo rodeado de los más hermosas mujeres. Tierna como Katja Alemann, ingenua como Sandro Villarruel sensual como Judith Gabbani y sexy como Irem Bekrer, Poniendo en escena el famoso sketch televisivo de "las vecinas" con la exitosa complementación de la Tota y la Porota en manos de estos dos grandes cómicos del espectáculo. Logrando un graciosísimo cuadro que no olvidará.
La historia transcurre en un hotel transitorio en donde los huéspedes no saben que por todas partes instalaron cámaras de televisión y los videos que se registran terminan siendo de utilidad para un congreso internacional de sexología.
Por un lado se encuentra Hermenegildo (Alberto Olmedo), un químico enamorado de una viuda (Beatriz Bonnet) con tres rebeldes hijas. Por otro lado está Renato (Jorge Porcel), un instrumentista de bandoneón que trabaja como detective en un importante hotel. En este mismo lugar los dos hombres se conocen cuando el primero decide festejar su boda con esa mujer.
