Between two rains, a film that is offered as a newspaper. Rains. It is night. The rain coils like a snake in the street lanterns. A neighbor, old lady, knocks on my door. It's eleven at night. She is desperate, ask for rivotril. A few days later he dies. Someone leaves their house. Objects are loaded coldly in a truck. The death of a neighbor, a move, the skies laden with clouds, the light on things and faces, the operation of an old man, a night trip ... It rains. The trees shake and tremble underwater. Between two rains, a look at human fragility.
En la casa que habitaron varias generaciones ya no vive nadie. Al menos en apariencia. Porque si uno agudiza el oído y la mirada, ve. Ve las huellas de aquellos que la habitaron. Ve las marcas de la vida y de la muerte en los espacios abandonados. Es testigo de la persistencia de voces, de cuerpos, de luces y de sombras.
Julio
Frente a la casa de María (67) y Julio (69), hay dos acacias, muy viejas. Sus ramas están enlazadas y parecen formar una sola copa. Una de ellas tiene toda la apariencia de estar seca. Cuando llega la primavera y reverdecen, no es posible distinguir si las hojas crecidas son de uno o de los dos árboles.
María y Julio discuten: ella cree que está seca y que hay que tirarla abajo; teme que se pueda caer sobre alguien. Él duda, cree que no está muerta todavía, y la riega, como en un acto de fe. Julio plantó esa acacia cuando nació uno de sus hijos y no le es fácil admitir lo que María dice.
Enlazada con este conflicto se teje la vida de dos personajes en una casa de más de cien años. La visita de algún vecino, una fiesta, los recuerdos y los fantasmas, la lluvia y los sueños, las acciones reiteradas día a día, las estaciones, las variaciones de las luces y de las sombras, construyen la trama, para que todo, silenciosa e irreversiblemente, nos hable del paso del tiempo.