Durante el asedio a Zaragoza, un general francés descubre un extraño manuscrito que, al ser leído, le transporta a una España surrealista en la que los espíritus de unos bandidos ahorcados, bajo la apariencia de hermosas huríes, se dedican a seducir y atrapar en los laberintos del tiempo a todo viajero extraviado que ose adentrarse en sus dominios.
En la Polonia medieval, los Caballeros Teutónicos cometen todo tipo de tropelías e infamias amparándose en la Santa Cruz, hasta que el Rey apoyado por su pueblo, les declara la guerra.