Basado en un best-seller del autor de "Mystic River", cuenta la historia de dos jóvenes detectives privados, Patrick Kenzie y Angela Gennaro que buscan a una niña de cuatro años, hija de una drogadicta, que ha sido secuestrada en uno de los barrios más sórdidos de Boston.
Al contrario que cualquier otra "edición especial" o "versión del director" lanzada en los últimos años, "Superman II: El montaje de Richard Donner" es un film muy diferente a "Superman II" de Richard Lester; la película está remontada e incluye muchas escenas nuevas, como 15 minutos de filmaciones de Marlon Brando. Se descartaron del montaje las secuencias cómicas y la película es así más oscura y dramática. Es una producción oficial realizada por Donner (no por fans) cuando tras el lanzamiento en cines de Superman Returns, el director pudo reunir suficiente dinero como para ponerla en orden y estrenarla directamente en el mercado de vídeo. Recibió críticas positivas de todos los medios y fue nominada a varios premios.
En 1981, Brian tenía ocho años y estaba sentado en el banquillo durante un partido de la liga juvenil de béisbol. Cinco horas después despierta en el sótano de su casa con una hemorragia nasal y sin recuerdos. Brian moja la cama y tiene pesadillas, también inventa: fue abducido por extraterrestres. Y pasa el tiempo, Brian llega a la adolescencia, torpe, acomplejado y entregado a la causa OVNI, también Neil, su compañero de infancia, se ha hecho mayor. Neil es la antítesis de Brian, él es sexy, jugador estrella y experto en juegos con hombres adultos con los que nunca se compromete. Mientras Brian encuentra en Avalyn Friesen, una discapacitada obsesionada con sus experiencias en la tercera fase, la posibilidad de asumir sus experiencias inhibidas, Neil huye a nueva York a rozar el lado peligroso.
Tras preparar un plan para vengar la muerte de su colega a manos de un mítico tiburón blanco, el oceanógrafo Steve Zissou (Bill Murray) recluta a una tripulación que incluye a su esposa (Anjelica Huston), a una periodista (Cate Blanchett) y a un joven que podría ser su hijo (Owen Wilson).
Jerry, un hombre responsable que sueña con casarse, se queda devastado cuando su novia Felicia le abandona. Deprimido, con el corazón roto y embarcado en un crucero para gays, piensa que las cosas no pueden ir a peor... hasta que conoce a Gabriella, una sexy instructora de baile que también reniega del amor. Para su sorpresa, Jerry se enamora de ella, pero la confusión le sobrepasa cuando Felicia llega al barco, intentando recuperarle.