Jeannie H. Kelly

Sadie (Lucy Liu) es una periodista que está investigando una extraña secta que atrae a multitud de jóvenes de Los Ángeles. Los iniciados proclaman la resurrección de los muertos y practican ciertos cultos antiguos que mezclan con fiestas secretas. Tras infiltrarse en la secta, Sadie averigua la horrible verdad que se oculta detrás de toda esa parafernalia.

Jane y John Smith forman una pareja de vida acomodada dentro de un ordinario y monótono matrimonio suburbano. Además ambos ocultan algo por lo que su pareja mataría por saber: los dos son agentes secretos, asesinos increíblemente eficientes que trabajan para organizaciones que compiten entre sí. Además, un día el Sr. y la Sra. Smith descubren una nueva fuente de emoción en su matrimonio cuando se les contrata para asesinarse mutuamente, pues será entonces cuando comienza la verdadera diversión...

Henry Roth es un biólogo marino de Hawaii que se pasa la vida inventando excusas para no comprometerse con las numerosas chicas con las que sale. Sin embargo, cuando conoce a la chica de sus sueños, la encantadora Lucy Whitmore, surge un extraño problema en la relación: cuando Lucy se levanta por las mañanas no recuerda absolutamente nada de lo ocurrido el día anterior, de modo que Henry no tendrá más remedio que reconquistarla cada día.

Dave Buznik es un ejecutivo aparentemente muy pacífico. Sin embargo, durante un vuelo pierde el control a causa de un pequeño malentendido. Tras el incidente, el juez le impone una pena poco habitual: debe someterse a sesiones de terapia para controlar su ira. El responsable de la terapia es el excéntrico doctor Buddy Rydell. Cuando Buddy se extralimita en el ejercicio de sus funciones y se va a vivir a casa de su paciente, Dave supera su timidez y se enfrenta con él.

Una banda organizada formada por seis individuos es contratada para dar un golpe. Anteriormente varios de los miembros no se conocían entre sí, por lo que entre ellos usan nombres en clave. El objetivo: atracar una empresa para llevarse unos diamantes. Pero, antes de que suene la alarma, la policía ya está allí. Algunos mueren en el atraco, y el resto se reúne en el lugar convenido.