Marcos, Marta, Celeste y Eze han creado su propio universo en un destartalado piso compartido de la capital. Pero ya ni son universitarios, ni soñadores, ni adolescentes, aunque aún esperan ese gran momento que recordar siempre.
Lucía consigue trabajo como presentadora en un programa nocturno de esos de preguntas chorras. Su primera noche tiene toda la pinta de ser también la última.