Sofía
Gabriel está separado hace cuatro años. Desde entonces Sofía, su hija de ocho años, es el centro de su vida. Negado de plano a intentar una nueva relación amorosa, Gabriel vuelca toda su energía en su hija y en su trabajo. El idilio padre-hija se ve conmocionado por la aparición de Vicky, amor platónico de la adolescencia, transformada ahora en una mujer hermosa, independiente y desenfadada. Ante la inminencia del romance, ella pone una condición: no se involucraría por nada del mundo con un hombre con hijos. A partir de ese momento, su vida se transforma en un tormento de maniobras y ocultamientos: ante cada cita con Vicky.