Lluc trabaja cambiando las bombillas de las farolas en la calle, subido a una grúa. Es un hombre gris, amargado, que un día recibe la inesperada noticia de que le queda poco tiempo de vida. Él, que nunca se ha esforzado por caer bien, más bien al contrario, se encuentra preparando su entierro al que, quizás, nadie quiera acudir. Al menos, por ahora...