Driver
Dom Cobb es un ladrón hábil, el mejor de todos, especializado en el peligroso arte de extracción: el robo de secretos valiosos desde las profundidades del subconsciente durante el estado de sueño cuando la mente está más vulnerable. Esta habilidad excepcional de Cobb le ha hecho un jugador codiciado en el traicionero nuevo mundo de espionaje corporativo, pero al mismo tiempo, le ha convertido en un fugitivo internacional y ha tenido que sacrificar todo que le importaba. Ahora a Cobb se le ofrece una oportunidad para redimirse. Con un último trabajo podría recuperar su vida anterior, pero solamente si logra lo imposible.
Camera Truck
Han pasado tres años desde que Danny Ocean (George Clooney) y su equipo –liderado por el detallista Rusty Ryan (Brad Pitt), el prometedor carterista Linus Caldwell (Matt Damon), el experto en explosivos Basher Tarr (Don Cheadle) y el desvalijador de cajas fuertes Frank Catton (Bernie Mac)– llevaron a cabo uno de los más audaces y lucrativos atracos de la historia, robando al despiadado empresario Terry Benedict (Andy Garcia) hasta el último centavo que guardaba en su impenetrable cámara acorazada de Las Vegas. Después de repartir los 160 millones de dólares conseguidos, cada uno de los conocidos miembros del equipo de Ocean ha tratado de portarse bien, pasar desapercibido y llevar una vida legal... pero eso ha resultado ser difícil, para disgusto de Tess (Julia Roberts), la esposa de Danny.
Driver
El FBI tiene un programa de entrenamiento para los agentes de la unidad de perfiles psicológicos (Mindhunters) para enseñarles a seguir la pista a los asesinos en serie. Un grupo de agentes está a punto de terminar el duro curso de instrucción. Sólo les queda una última prueba: pasar un fin de semana en una isla remota resolviendo un crimen ficticio, pero lo que ninguno sabe es que entre ellos hay un asesino en serie, entrenado en las técnicas más modernas de asesinato y acostumbrado a pensar a mayor velocidad que ellos. Lentamente, metódicamente, el asesino los va eliminando uno a uno. A medida que se producen los crímenes, los agentes empiezan a desconfiar los unos de los otros, de manera que todos están bajo sospecha y en peligro mortal.