Luke y Theo son dos agentes de la GSG10 (cuerpo de élite alemán): el primero, un tipo duro y listo y, el segundo, un currante incansable con una extraña memoria fotográfica. Cuando la hija del embajador Moldavo es secuestrada, los dos tienen que unir fuerzas, y descubren que lo sucedido es solo la punta del iceberg de una peligrosa trama... Un cerebro, dos policías.
Narra el drama de una familia tras el suicidio de Alexander, su hijo menor. Un año después, la madre (Corinna Harfouch) contrata al prestigioso pintor Max Hollander (Josef Bierbichler) para que haga un retrato del hijo perdido y de la hija mayor (Karoline Herfurth). A partir de ese momento empiezan a salir a la luz diversos y dolorosos problemas familiares que hasta entonces habían permanecido ocultos.