Clerk
Gabriel Lima (Claudio Brook), es un padre austero y bipolar y está decidido a salvar a su familia de los males del mundo de la única manera que le parece plausible: encerrarlos en una realidad distópica dentro de las cuatro paredes de su propia mansión. Él es el único que puede salir, mientras que los tres hijos y su esposa solo pueden moverse de una habitación a otra del "castillo", castigados si es necesario por un tiempo decidido por su dios/torturador. La película es tanto una alegoría política, que se refiere a las limitaciones de la libertad en un sistema dictatorial, como una alegoría existencial que se refiere a las consecuencias aberrantes en la mente humana de una vida urbana.