Catalina
Rosario pasa sus días bajo el yugo de su responsabilidad como cuidadora de su esposo enfermo. Sostiene en silencio el peso de un matrimonio que se ha secado. Nadie en su familia conoce lo que siente; todos guardan las apariencias. No lo saben, pero en Rosario se ha iniciado una lucha entre su deber y sus propios deseos.