Maxie McDonald

Películas

Mamma Mia! La película
Property Master
Versión cinematográfica del popular musical de ABBA. Una joven que ha crecido en una pequeña isla griega, ha sido educada por una madre rebelde y poco convencional, que siempre se ha negado a revelarle la identidad de su padre. Cuando, por fin, parece que la joven está a punto de saberlo, aparecen tres posibles candidatos.
Diario de un escándalo
Property Master
Barbara es una despótica y solitaria profesora que gobierna su aula con mano de hierro en una ruinosa escuela pública de secundaria londinense. Vive sola, con su gata Portia, no tiene amigos, pero su vida experimenta un cambio radical cuando conoce a Sheba Hart, la nueva y atractiva profesora de arte de la escuela. Barbara ve en ella al alma gemela y a la leal amiga que siempre ha estado buscando. Pero, cuando descubre que Sheba mantiene una tórrida relación con uno de sus jóvenes alumnos, la incipiente amistad da un ominoso giro, pues Barbara amenaza con contárselo todo al marido de Sheba y al mundo entero.
La trampa
Property Master
Siguiendo la pista de una valiosa pieza de arte robada, la agente de seguros Gin Baker convence a su compañía para que le permitan llevar a cabo un golpe en colaboración con un prestigioso y veterano ladrón, Robert "Mac" MacDouglas. Pero Mac la someterá a una serie de duros entrenamientos y pruebas antes de confiar en ella.
Solo en la oscuridad
Property Master
Lucas, un niño ciego de 11 años, sufre por la seguridad de su madre y de su amiga Rose, también ciegas, ya que un sádico anda suelto y ha causado ya varias víctimas. Lucas sospecha que se trata de alguien que los conoce bien, quizás el cerrajero local o el fotógrafo Tony. El padre de Lucas, Frank, es el policía encargado del caso pero parece que nadie entiende el móvil de estos crímenes.
Otro país
Property Master
En los años 30, dos jóvenes entablan amistad en un colegio británico de clase alta. La homosexualidad del uno y las ideas marxistas y revolucionarias del otro, los convertirán en unos "outsiders" dentro del marco de férrea disciplina victoriana del internado. Años después, se convertirán en espías de la Unión Soviética, usando como tapadera su condición de funcionarios del Gobierno Británico.