Marcos es un retraído guardabosque que ve colapsar el frágil equilibrio conseguido en el aislamiento al llegar una pareja de biólogos que investigan una extraña mortandad de aves. El deseo y la envidia por la normalidad que la pareja representa despiertan lentamente el fantasma que Marcos intentaba controlar: en su mente, ni su cara ni sus extremidades le pertenecen. A partir de ahí y a medida que la desesperación se hace incontrolable, Marcos no tiene otra salida que volcar contra sí mismo toda su angustia y frustración.