Jesús Moncusi

Juan Marés (Imanol Arias), hombre de origen modesto, conoce en una exposición fotográfica a Norma (Ornella Muti), una joven adinerada. A pesar de la enorme diferencia social que les separa, se casan, pero su matrimonio constituye un fracaso. Una vez separado de su mujer, Juan se ve reducido a la mendicidad y se dedica a tocar el acordeón en las esquinas de Barcelona. La esquizofrenia se va instalando poco a poco en su mente. Por las noches recibe la visita de un personaje imaginario que le aconseja recuperar a Norma. Pero llega un momento en que el ficticio personaje empieza a ocupar el lugar de Juan, haciéndose dueño de su voluntad.

Clara (Victoria Abril) es fría y calculadora, mientras que su hermana gemela Ana (Victoria Abril) es tímida y sentimental. Tras compartir su vida juntas, Clara se casa con un hombre rico al que no ama, y Ana decide marcharse a Cádiz donde conoce a Antonio, un vividor buscavidas. Tras la extraña muerte del marido de Clara, Antonio y Ana deciden regresar a la casa de ésta, donde las dos hermanas se encuentran de nuevo. Pronto Antonio se convierte en una obsesión para Clara. Mientras la compañía de seguros investiga, una autopsia puede significar la cárcel para Clara, pero ella no está dispuesta a perderlo todo.

Clara (Victoria Abril) es fría y calculadora, mientras que su hermana gemela Ana (Victoria Abril) es tímida y sentimental. Tras compartir su vida juntas, Clara se casa con un hombre rico al que no ama, y Ana decide marcharse a Cádiz donde conoce a Antonio, un vividor buscavidas. Tras la extraña muerte del marido de Clara, Antonio y Ana deciden regresar a la casa de ésta, donde las dos hermanas se encuentran de nuevo. Pronto Antonio se convierte en una obsesión para Clara. Mientras la compañía de seguros investiga, una autopsia puede significar la cárcel para Clara, pero ella no está dispuesta a perderlo todo.

Zabu es una prostituta que vive con su hija en una sucia y pequeña ciudad industrial. Ambas viven re alquiladas en casa de un delincuente de poca monta y sueñan con irse a Australia, donde les espera un familiar que regenta un restaurante. Sus vidas permanecen tranquilas hasta que un día aparece un policía que dice ser el padre de la niña y que quiere retirarlas del ambiente en el que viven...

Después de 20 años de matrimonio, Clara se ve obligada a replantear su existencia cuando su marido Pablo se va de casa para iniciar una nueva vida con Lucía, una mujer atractiva e independiente, bastante más joven que él. Clara, después de afrontar su problema con sus hijos y su familia, decide volver a su antigua carrera de abogado. En el bufete se encuentra un pleito contra la empresa inmobiliaria de su ex-marido. La demanda la ha presentado Andrés, un joven biólogo, que ha hecho de la ecología la causa de su vida, y que considera que la urbanización que pretenden construir constituye un delito ecológico. La amistad que surge entre ambos se transforma, gracias a la especial personalidad del joven, en una apasionada historia de amor que rompe sus esquemas.

Pepa e Iván son actores de doblaje. Él es un mujeriego empedernido y, después de una larga relación, rompe con Pepa: le deja un mensaje en el contestador pidiéndole que le prepare una maleta con sus cosas. Al quedarse sola, Pepa no soporta vivir en una casa llena de recuerdos y decide alquilarla. Mientras espera que Iván vaya a recoger la maleta, la casa se le va llenando de gente extravagante de la que aprenderá muchas cosas sobre la soledad y la locura.

Verónica, divorciada y con un hijo, comienza a organizar su vida y adaptarse a la nueva situación. Sus problemas quedan relegados a un segundo término cuando muere asesinado Carlos, su masajista. Sabiéndose en peligro, Carlos dejó a Verónica un mensaje en el contestador: había de recoger un paquete escondido en los lavabos de una estación de ferrocarril. A partir de ese momento, Verónica no conocerá la calma.