Hans
Al inspector Lohmann lo llama por teléfono un antiguo miembro del Departamento de Policía para denunciar un caso de falsificación. Sin embargo, antes de que pueda testificar y revelar los detalles del delito, se vuelve loco a causa de un atentado. Las investigaciones de Lohmann en seguida lo conducen hasta el doctor Mabuse, pero el famoso criminal hace años que está recluido en una clínica mental, cuyo director, el doctor Baum, es un eminente psiquiatra que se ha dejado fascinar por el genio de Mabuse y por su legado: una especie de testamento donde describe el camino que hay que seguir para fundar el Imperio del Crimen.