Cuando Candy, un poli chapuza y Levy, un inepto abogado, pierden sus trabajos, se juntan en la Compañía de Seguridad “Perro guardián”. Después de un ridículo entrenamiento están listos para salir. Pero no pueden parar los robos que se siguen produciendo delante de sus narices. Pronto se percatan de que éstos no son accidentales, y que su empresa está aliada con el presidente de la unión de seguridad de gángsters...
Parecerse a Bruce Lee puede tener sus ventajas, pero también sus inconvenientes, y esto es precisamente lo que le ocurrió a nuestro protagonista, un emigrante asiático para el que cualquier trabajo es bueno, incluso el de realizar entregas de una sospechosamente codiciada "Harina China" por todo el país, trabajo que le hará conocer a una interminable colección de disparatados personajes, y a vivir las más alocadas aventuras.
Chuch Lumley (Henry Winkler) entra a trabajar en el turno de noche de un depósito de cadáveres de Nueva York, pensando que al menos tendrá un poco de tranquilidad, pero no se imagina lo que le espera. Su compañero Bill Blazejowski (Michael Keaton), un charlatán con una personalidad arrolladora y una facilidad pasmosa para inventar mil formas de hacerse rico, lo convence para que conviertan el depósito en un improvisado burdel. Una prostituta llamada Belinda Keaton (Shelley Long) será pieza fundamental de su peculiar negocio.
H.O.T.S. es la hermandad femenina de estudiantes más popular de la universidad local. Esto es algo comprensible dadas las características físicas de sus integrantes y sus alocadas maneras para divertir al resto del Campus. Aunque no todo será diversión, también tendrán que demostrar que son capaces de resolver algún que otro problema. ¿Valdrá para ello su experiencia en competiciones de camisetas mojadas?