Giangiacomo Tabet

Ovidio Mainardi es un empleado de una gran empresa de electrónica. La monotonía del trabajo, la soledad, el hecho de que su mujer tenga una carrera más prometedora que la suya y otras circunstancias lo van empujando a desahogarse junto con dos amigos con actos de vandalismo cada vez más crueles.

Emanuelle quiere vengar a su hermana, que se suicidó después de escapar de su amante sádico Carlo. Así que encadena a Carlo en su sótano, le droga y le obliga a verla mantener relaciones sexuales. Mientras Carlo comienza a alucinar toda clase de horrores sangrientos y actos canibales, decide que tiene que liberarse y matar a Emanuelle.

Fantozzi, un gris contable de una gran empresa, es un hombre apocado y servil. Lo maltratan sus superiores y sus compañeros; está enamorado de la señorita Silvani, la secretaria de la oficina, que ni se fija en él. Por si fuera poco tiene una esposa posesiva y una hija feísima.

El barón siciliano Mimì Galluzzo podrá disfrutar del legado de su difunto suegro con dos condiciones: que su esposa acepte el testamento y que haya un documento de compromiso que se entregará a la mafia. Mientras que, sin embargo, el precioso "expediente" está, en realidad, en manos de una viuda ávida, Donna Maria, dispuesta a venderlo solo si Mimi se casa con ella. Rosalba, obsesionada con la ausencia de un niño, de repente se vuelve loca o finge que se vuelve loca.