Robert Simokovic

Películas

Death Race: La carrera de la muerte
Stunts
En un futuro próximo. Una penitenciaría atestada de presos inspiró a los carceleros para crear un pasatiempo tan cruel como lucrativo. Presos capaces de todo, un público global hambriento de violencia televisada y un ruedo espectacular se unen en DEATH RACE. El tricampeón de velocidad Jensen Ames (Jason Statham) es todo un experto a la hora de sobrevivir en el desértico paisaje en el que se ha convertido el país. Cree haber cambiado de vida, pero el ex convicto es acusado de un terrible crimen que no ha cometido. La directora de Terminal Island (Joan Allen) le obliga a ponerse la máscara de Frankenstein, un favorito del público al que parece imposible matar, y le da dos opciones: competir o pudrirse en una celda. Con el rostro escondido detrás de la máscara metálica, el preso deberá sobrevivir a los tres días más terribles de su vida, enfrentándose a los peores criminales procedentes de las cárceles más duras del país si quiere salir libre.
Los ángeles de Charlie: Al límite
Special Effects
Las tres agentes están de vuelta; Los ángeles están dispuestas a dar guerra para recuperar una información encriptada en dos anillos, que revela las identidades de todas las personas acogidas al programa de protección de testigos. Cuando éstos empiezan a morir, sólo las intrépidas chicas podrán detener al responsable, usando su experiencia en el camuflaje, espionaje y artes marciales. Además se las tendrán que ver con un ángel caído –Demi Moore–.
A todo gas
Special Effects Supervisor
Una misteriosa banda de delincuentes se dedica a robar camiones en plena marcha desde vehículos deportivos. La policía decide infiltrar a un hombre en el mundo de las carreras ilegales para descubrir posibles sospechosos. El joven y apuesto Brian entra en el mundo del tuning donde conoce a Dominic, rey indiscutible de este mundo y sospechoso número uno, pero todo se complica cuando se enamora de la hermana de éste.
Maverick
Special Effects
Bret Maverick es un atractivo timador con una extraordinaria facilidad para escabullirse de los enredos que él mismo provoca. Sólo una persona es capaz de perturbarle: Annabelle, una habilidosa jugadora de póquer que se cruza en su camino.