Ángeles Huerta

1909. Miguel, un joven profesor, es destinado a un pequeño pueblo de montaña en la frontera entre España y Portugal: Lobosandaus, una aldea inhóspita y de tradiciones ancestrales. Es un hombre de razón, pero no puede controlar sus deseos pasionales y, conforme se acerca el invierno, siente cómo la oscuridad se apodera de todo a su alrededor al tiempo que crece su fascinación por la enigmática Dorinda. En un lugar dominado por la superstición, la extraña muerte de un vecino del pueblo libera a un espíritu libre en busca de un cuerpo que le permita seguir con su existencia, que llevará a Miguel a cuestionar los límites entre el mundo de los vivos y los muertos.

1909. Miguel, un joven profesor, es destinado a un pequeño pueblo de montaña en la frontera entre España y Portugal: Lobosandaus, una aldea inhóspita y de tradiciones ancestrales. Es un hombre de razón, pero no puede controlar sus deseos pasionales y, conforme se acerca el invierno, siente cómo la oscuridad se apodera de todo a su alrededor al tiempo que crece su fascinación por la enigmática Dorinda. En un lugar dominado por la superstición, la extraña muerte de un vecino del pueblo libera a un espíritu libre en busca de un cuerpo que le permita seguir con su existencia, que llevará a Miguel a cuestionar los límites entre el mundo de los vivos y los muertos.

Hay más neuronas en un cerebro humano que partículas en el universo. Pero si pudiésemos ponerlas una detrás de otra, si pudiésemos ordenarlas a lo largo de nuestra vida, lo único que veríamos sería un pequeño río. Un río insignificante y al mismo tiempo infinito. Bajo las calles de A Coruña hay un río que muchos han olvidado, pero que de vez en cuando se desborda reclamando lo que una vez fue su curso. Esquece Monelos es algo más que una película sobre un río convertido en cloaca. Es una película sobre nuestras propias corrientes subterráneas

Hay más neuronas en un cerebro humano que partículas en el universo. Pero si pudiésemos ponerlas una detrás de otra, si pudiésemos ordenarlas a lo largo de nuestra vida, lo único que veríamos sería un pequeño río. Un río insignificante y al mismo tiempo infinito. Bajo las calles de A Coruña hay un río que muchos han olvidado, pero que de vez en cuando se desborda reclamando lo que una vez fue su curso. Esquece Monelos es algo más que una película sobre un río convertido en cloaca. Es una película sobre nuestras propias corrientes subterráneas