Mientras el párkinson intenta doblegarla, una tenaz mujer lleva adelante su propia investigación para encontrar a las personas responsables de la inesperada muerte de su hija.
La tranquila vida de una pueblerina sexagenaria entra en crisis cuando su empleada doméstica veinteañera renuncia. En medio del caos, parte con una nueva y excéntrica amiga en busca de la vida que siempre ha deseado.
Robertina, una exitosa actriz está en el apogeo de su carrera, pero vive en un estado de ansiedad constante. Sin embargo, la situación personal de un gran amigo la lleva a irse unos días de viaje, momento en el que Robertina consigue ver en perspectiva su vida absurda. Lejos de casa, se deja llevar por una poderosa deriva que la cambiara para siempre.
Lucio Bordenave lleva una apacible existencia de casado en un pequeño barrio porteño apartado de todo, con calles circulares. Repentinamente, la mujer de Lucio, Diana, es internada en un instituto de salud mental, destinado a curar a gente “especial”. Bordenave se ve envuelto de pronto en una desopilante serie de impredecibles peripecias, donde lo real se confunde con lo imaginado, el sueño con la vigilia y la locura con la lucidez.
Anita es una joven que padece de síndrome de Down y vive con su madre en el barrio porteño de Once. Cuando el 18 de julio de 1994 se produce el atentado a la AMIA, su vida cambia para siempre. Anita no entiende que ha pasado, sólo recuerda que su madre salió a hacer un trámite y de pronto la tierra empezó a temblar. Asustada por el ruido, sale corriendo y unas personas la llevan en un bus que hace que se pierda en el lugar del atentado, estando totalmente desorientada. En su odisea, se encuentra con distintos personajes que le van brindando ayuda temporal mientras prosigue en la búsqueda de su querida mamá, y ella, sin darse cuenta, cambia la vida de estos personajes que la asisten durante su viaje.
Nogolí es un pueblo de algún lugar de la Argentina, donde viven Tulio (Leandro Castello) y Susana (Mercedes Scapola Morán), en un rancho de barro y piedra. Don Ochoa, el hacendado del pueblo y dueño del rancho, desaloja a tío y sobrina. Entonces parten hacia Buenos Aires, donde vive Clara (Luz Palazón), hermana de Tulio y, por ende, tía de Susana. Con costumbres y hábitos incompatibles entre sí, estos tres personajes vivirán, durante una noche, las situaciones mas extremistas, convirtiendo lo rutinario en un caos latente al borde del abismo.