Mientras el coronavirus trastoca sus vidas, dos inspectores buscan a los responsables de un secuestro que parece formar parte de una trama aún más siniestra.
Está inspirada en el único caso en la historia que la policía española clasifica como sobrenatural y queda sin resolver hasta la fecha. Durante un eclipse total de sol, Verónica y dos amigas deciden hacer una ouija para invocar el espíritu de su padre. Después de romperse la ouija, Verónica entra en una especie de trance y se desmaya ante el pavor de sus amigos. Una vez recuperada, empieza a percibir cosas extrañas en su hogar que le hacen pensar que trajo a su padre de vuelta al mundo de los vivos.