Clara Burke
Doyle es un detective de policía que pierde a su hermana y a su compañera y pareja, víctimas de un mismo asesino. Está tan afectado como obsesionado por encontrar al culpable, pero dado su grado de implicación, es apartado del caso. Incapaz de quedar al margen de la investigación, Doyle se establece temporalmente en una isla llevando consigo los archivos del caso.