Maid
Lisboa, 1989: Un pobre diablo de mediana edad vive en el cuarto de una pensión barata y familiar, en el casco antiguo de la ciudad. Atormentado por una enfermedad y por vicisitudes de orden diverso, el idiota, que se alimenta de Schubert y quizás de una vaga cinefilia como forma de resistencia frente a la miseria, es puesto de patitas en la calle tras un intento frustrado de atentar contra la virtud de la hija de la dueña de la pensión. Solo y privado de recursos, se ve confrontado con la dureza del espacio urbano y es internado en un hospicio, de donde saldrá con la firme determinación propia del hombre libre, y con una misión “rica y extraña” que le ha sido encomendada por un viejo amigo, enfermo mental como él: “!Ve y dales trabajo!”.