La película captura la época en que las ideas anarquistas que llegaron con los inmigrantes europeos sacudieron los estamentos de un orden político, económico y social que oprimía a los trabajadores y empujaba a miles de personas a la vida de constante búsqueda de los crotos, detrás de los arduos trabajos que les aseguraran una comida o un lugar donde poder instalarse y pasar la noche en paz, lejos de la persecución policial y la demonización que sufrían, pero también del hogar y sus memorias.
Argentina, 1943. Cipriano Reyes, un alto dirigente de los trabajadores de la carne, llega a Berisso. Allí se encuentra con dos enormes empresas frigoríficas que atesoran a más de 14.000 obreros. Con cruces políticos e ideológicos muy fuertes y típicos de la época, el pequeño pueblo es escenario de una feroz batalla por el envío de carnes a Europa. A partir de ese conflicto, Reyes toma gran relevancia de la escena política nacional.