Londres, 1888. En el barrio de Whitechapel se producen una serie de violentos y sanguinarios crímenes que tienen algo en común: las víctimas son siempre prostitutas asesinadas en oscuros callejones. El asesino será pronto conocido con el nombre de Jack el Destripador. En Baker Street, Sherlock Holmes y su ayudante el Doctor Watson empiezan a investigar por su cuenta los horribles crímenes que tienen aterrorizada a la ciudad. A pesar de que el jefe de Scotland Yard preferiría no hacerlo, no tiene más remedio que pedirles ayuda para resolver el caso. A medida que pasa el tiempo, el asesino ataca también a personas de la alta sociedad, y se descubre una misteriosa conspiración en la que participan masones y miembros de la familia real.
Teyve es el lechero de un pueblo ucraniano. Vive feliz con su esposa y sus cinco hijas, todas ellas solteras. Una tarde, mientras hace su reparto, conoce a Perchick, un pobre estudiante de Kiev con ideales revolucionarios. Los dos simpatizan y Teyve le ofrece casa y comida a cambio de que le dé clases a una de sus hijas. Al mismo tiempo, Lazar Wolf, un rudo carnicero que se ha quedado viudo, pide a Teyve la mano de Tzeitel, su hija mayor, y éste se la concede.