Executive Producer
Sam and Anna are part of the hip, vegan, green, eco-friendly, upper-class subculture of Berlin. Anna is a successful doctor, and Nick works in advertising. However, life in Germany's capital is fast-paced and stressful, so the two of them decide to take the next step towards the ideal "eco lifestyle" and move out to the country. As they arrive, they find that life in the country is much less relaxing than they expected, as the rather eccentric locals keep them on their toes.
Co-Producer
They couldn't be more different, the members of the trio that allies in the fight against an Ancient Ice Ghost (AIG): Tom, an easily scared boy, Hetty, a professional ghosthunter and the loveable, but pretty slimy Hugo - a ghost. Will the team manage to save their town from the next ice age?
Associate Producer
Oslo, Noruega. Después de vivir una experiencia traumática, Anna y su hijo Anders se mudan a un enorme edificio de apartamentos. Sintiéndose constantemente aterrorizada e insegura, Anna compra un monitor de bebés para vigilar a Anders mientras duerme.
Laura loves Simon and Simon loves Laura. But Laura does not love herself enough to let Simon closer to her. The reason being something nobody is allowed to know: she tries to suffocate any kind of feelings by giving in to eating attacks. When Simon finds out, their relationship threatens to break apart.
Polizist am Fahrstuhl
Dos jóvenes enfermos terminales dedicen vivir con intensidad y alocamiento sus últimos días, saltándose todas las normas. La historia narrada combina de modo singular drama y comedia. Y presenta situaciones muy disparadas, que provocan la risa. Aunque los anhelos más íntimos de los protagonistas se revelan limitados -ver el mar, que uno de ellos no conoce-, el alemán Thomas Jahn logra impregnarlos de entidad dramática. Esta atrevida película ganó el premio a la mejor película en el festival de Sitges de 1997.
Producer
Dos jóvenes enfermos terminales dedicen vivir con intensidad y alocamiento sus últimos días, saltándose todas las normas. La historia narrada combina de modo singular drama y comedia. Y presenta situaciones muy disparadas, que provocan la risa. Aunque los anhelos más íntimos de los protagonistas se revelan limitados -ver el mar, que uno de ellos no conoce-, el alemán Thomas Jahn logra impregnarlos de entidad dramática. Esta atrevida película ganó el premio a la mejor película en el festival de Sitges de 1997.