Están apareciendo cuerpos en la ciudad, cada uno con signos de un espantoso final. Conforme avanza la investigación, la evidencia apunta a un sospechoso: John Kramer, el hombre conocido como Jigsaw, quien ha estado muerto por diez años.
La detective Hazel Micallef investiga en un pequeño pueblo canadiense el asesinato de una anciana, con la ayuda del oficial de policía local. Juntos empiezan a seguir la pista de un asesino en serie con motivaciones religiosas.