Stage Manager
Inglaterra, 1967. Kenneth Hallywell (Alfred Molina), un hombre desequilibrado, mató a martillazos a su amante, el famoso dramaturgo Joe Orton (Gary Oldman), mientras dormía. Después se suicidó tomando una sobredosis de barbitúricos. Ambos tenían en común una infancia solitaria desprovista de amor y una ardiente ambición por conquistar el mundo. Ken enseñó a Joe todo lo que sabía de literatura y de arte, y Joe inició a Ken en la promiscuidad sexual (principalmente en los urinarios públicos). Pero, en aquella época, la homosexualidad era ilegal en Inglaterra, y los dos fueron a parar a la cárcel. La prisión supuso una liberación para Joe, que por primera vez terminó una obra que le proporcionó fama y éxito; pero para Ken fue el principio de una pesadilla que terminó la noche fatal en que murieron. Lo habían compartido todo menos la fama.