Inglaterra, 1645. La cruenta guerra civil entre monárquicos y parlamentarios que asola el país provoca una época de caos y arbitrariedad jurídica que permite a hombres sin escrúpulos sacar provecho explotando las absurdas supersticiones de los campesinos; como Matthew Hopkins, un monstruo disfrazado de hombre que vaga de pueblo en pueblo ofreciendo sus servicios como cazador de brujas.
Tras ocurrir una serie de inexplicables crímenes, el inspector Quenell es asignado al caso. Sus investigaciones le llevarán hasta un científico que ha conseguido crear una especie de mariposa vampiro que crece desmesuradamente y ataca a los seres humanos para beberse su sangre.