En 1997 la familia Anderson de su casa desapareció sin dejar rastro. No se encontraron cuerpos jamás. Durante 17 años la casa ha estado tal como la dejaron ... hasta ahora.
La vida de Kate se derrumba cuando su marido la deja por Laura, una ama de casa con quien deberá compartir la custodia de su hija. Además, está segura que ella pretende hacerle daño a la pequeña.