Basado en el caso de la vida real de Natascha Kampusch, la niña austriaca que fue secuestrada y mantenida en cautiverio durante ocho años. El 2 de marzo de 1998, Natascha, de diez años, iba camino del colegio en Viena cuando fue secuestrada por Wolfgang Priklopil, un técnico de telecomunicaciones en paro de 36 años, que la raptó y la ocultó en un zulo de seis metros cuadrados, oculto bajo una puerta acorazada y bajo el garaje de su casa. Fue el principio de uno de los casos policiales y mediáticos más comentados de la última década.
Eleven years ago, an 8-year-old girl disappeared from a small German town on the German-Czech border. Although her body was never found, nor were there any traces of blood or DNA evidence, a mentally-disabled man was coerced to confess to the crime. Even though he withdrew his admission of guilt two days later, the forced confession was enough to convince the ruling judge. The responsible investigator Altendorf was discharged so that the investigation could be sped along by another colleague.