Los padres de Flor están separados y ella reparte su tiempo entre ambas casas. Pedro, su papá, improvisa un viaje de vacaciones, pero comienzan a suceder hechos que la confunden y perturban. El viaje se hace largo y la comunicación con su mamá parece imposible. Flor terminará tomando una decisión demasiado arriesgada para su edad.
Alanis es prostituta, tiene un bebe y comparte un pequeño apartamento con su compañera Gisela. Todo se transforma y para peor, cuando un día dos policías irrumpen en su casa, detienen a su amiga y ella y su hijo acaban prácticamente en la calle. A raíz de esos sucesos, Alanis se refugiará en casa de su tía y luchará por recuperar su dignidad y poder conseguir una mejor vida para ella y su bebé.