Bianca
Rolando, estuvo cerca de casarse con la hija del Doge. Sin embargo es condenado después de un proceso judicial muy injusto y encerrado en Venecia. Cavando un túnel con la ayuda de su compañero de celda, Rolando logra escapar.
Bruno Cortona, un simpático juerguista, encuentra casualmente a Roberto, un tímido estudiante, y lo invita a pasar con él un día de vacaciones fuera de Roma. Durante el viaje, el joven se siente cada vez más atraído por la alocada forma de vida de su maduro compañero. Tras permanecer unas horas en compañía de la familia de su nuevo amigo, el viaje continúa hacia un final inesperado.