Luis Dimas

Enormes árboles rodean una antigua casona, generando un ambiente húmedo y gris. Aquí reside doña Elisa de Ábalos (María Cánepa), una adinerada anciana de avanzada demencia senil. Fuera de las dos sirvientas que mantienen la casa impecable, la vieja sólo tiene contacto con su nieto Andrés Ábalos (Julio Jung), un burgués solterón y vejete de heredada fortuna que de vez en cuando la visita. Estela (Adela Secall) es una campesina de apenas diecisiete años que ha llegado a cuidar a la veterana Elisa. Preso de emociones que nunca había sentido, don Andrés se avergüenza de la fuerte atracción que Estela comienza a producirle. El caballero no consigue evadir sus conflictos internos, que aumentan hasta llevarlo a comprender que su vida ha sido un gran desperdicio. Andrés deja de lado sus libros y comienza a acosar a la muchacha en forma torpe e infantil. La atemorizada Estela se refugia en Mario (Paulo Meza), un humilde y atractivo soldador que trabaja en un taller del barrio. (FILMAFFINITY)

Es una historia de amor que navega entre el suspense, la tensión sexual, y el humor negro. Al ritmo de un tango candente, que resalta el misterio que rodea toda atracción hombre-mujer, se desarrolla ésta historia de un amor prohibido que provoca en Franciso Javier Padilla la arrolladora y sensual Ruth. (FILMAFFINITY)

A principios de los noventa el director Daniel de la Vega comenzó a filmar una película sobre Luis Dimas y la transición, pero problemas económicos convirtieron el rodaje en algo interminable. Estrenada tardíamente en 1998, Takilleitor es toda una curiosidad y de algún modo un documento: un filme donde Luis Dimas comparte la pantalla con investigadores, trasnochadas fanáticas y extraterrestres no puede ser precisamente algo normal.