César Montegrifo

Películas

Golpe maestro
Director
Es un plan sencillo. Secuestrar a la rica heredera. No improvisar. Seguir las normas. Teniendo en cuenta que los secuestradores son profesores de colegio, seguir las normas no debería ser un problema, pero en la vida las cosas tienden a torcerse, a sorprendernos y los planes dejan de funcionar si no reaccionamos a tiempo. Nuestros secuestradores y el cerebro de la operación no podían prever que la secuestrada no fuese la persona correcta. Ahora toca improvisar, corregir el error o los errores. Pero puede que ni siquiera eso sea suficiente.
¡Ni te me acerques!
Director of Photography
En la cabeza de Juan, escritor en paro, parecía una buena idea: currar como guarda del Hotel Balneario de Ariño, la misma antigua zona minera donde está ambientando su novela, su soñado best seller histórico con el que debutar por fin. Pero de repente se para el mundo, aparece la pandemia, España entera entra en cuarentena y lo que iba a ser un sencillo trabajo de quince días se convierte en un encierro de tintes paranormales en la nueva normalidad. Juan, atascado y desquiciado, vive la cuarentena con las llamadas de su madre y las videollamadas de su dominante novia, con la que está a punto de casarse. También las de su compañero de piso experto en conspiraciones y las del mismísimo Juan Manuel de Prada, su tutor en un curso de escritura creativa. Solo se relaciona con Evaristo, el mecánico más jeta y porrero de Aragón; con Antonio, el brazo fuerte de la Ley, y con la esquiva y sexy Alicia, encargada de traerle los víveres del supermercado.
CALL TV
Director of Photography
Lucía consigue trabajo como presentadora en un programa nocturno de esos de preguntas chorras. Su primera noche tiene toda la pinta de ser también la última.
El cielo en el infierno
Director of Photography
Romeo y Desi se quieren… a su manera… La última obra del irreverente Norberto Ramos es una comedia negra sobre el maltrato, completamente excesiva como cualquier buen giallo, confitada con los extraños y tétricos sonidos de los sintetizadores más estrafalarios y desquiciados. Una suerte de Vangelis de resaca tras haberse ido de fiesta con Edgar Froese y John Carpenter a la casa de Georgio Moroder.