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Kale está confinado bajo arrestro domiciliario tras pegar a su profesor. Como la casa se le echa encima, se convierte en un mirón que vigila todos los movimientos en su vecindario. Tras observar varias veces que hay invitados que entran pero nunca llegan a salir de la casa de su vecino Robert Turner, Kale empieza a sospechar que quizás se trate de un asesino en serie.
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Riggs y Roger son una pareja de policías de Los Ángeles que se enfrentan a un difícil caso. Armas confiscadas y a punto de ser destruidas han desaparecido de las dependencias oficiales y están llegando a los delincuentes más peligrosos de la ciudad. El responsable resulta ser Travis, antiguo teniente expulsado del cuerpo por corrupción.