Pituca
Desde hace más de 30 años, Chela (66) y Martina (67) viven juntas. Como hijas de familias de buena posición social habían heredado suficiente dinero como para vivir cómodamente sin necesidad de trabajar. Pero ahora, cuando ambas tienen más de 60 años, ese dinero heredado se ha acabado. Cuando Martina va a la cárcel por no poder pagar las deudas que contrajo, Chela empieza a proveer a mujeres mayores de familias acomodadas con un servicio de taxi que le ayuda a poder mantenerse. Así conoce a Angy, una mujer 20 años más joven que ella, con quien conecta de inmediato. Esa conexión va transformando la relación de Chela consigo y con su entorno provocándole una revolución interna.