Dolly Grip
“Sin frenos” nos relatará la historia Wilee (Joseph Gordon-Levitt), un mensajero de Nueva York. Esquivar coches a toda velocidad, taxistas enloquecidos y ocho millones de peatones malhumorados forma parte de su día a día, pero él es el mejor entre los ágiles y agresivos mensajeros en bicicleta de Nueva York. Hay que ser de una raza especial, con una mezcla a partes iguales de pericia y chifladura, para conducir una fixie –bicicleta superligera, sin cambios ni frenos— arriesgándose a convertirse en una mancha más sobre el pavimento cada vez que se mueve entre el tráfico de la ciudad. Pero un tipo que está acostumbrado a arriesgar su vida continuamente, está a punto de enfrentarse a peligros aún mayores cuando su última entrega del día —lo que en principio parecía un servicio premium rutinario— acaba convirtiéndose en una persecución a vida o muerte a través de las calles de Manhattan.
Dolly Grip
El Almirante Haffaz Aladeen (Baron Cohen) es un dictador antioccidental, capaz de arriesgar su vida con tal de evitar el establecimiento de la democracia en Wadiya, un país norteafricano con recursos petrolíferos. Su más fiel consejero es su tío Tamir (Ben Kingsley), Jefe de la Policía Secreta, Jefe de Seguridad y Proveedor de Mujeres. Por desgracia para Aladeen y sus consejeros, Occidente ha empezado a inmiscuirse en los asuntos de Wadiya y las Naciones Unidas han sancionado repetidas veces al país en la última década. Sin embargo, tras sufrir un atentado que le cuesta la vida a uno de sus consejeros, Tamir convence a Aladeen para que vaya a Nueva York a solucionar la cuestión de las Naciones Unidas.
Dolly Grip
Allen Gamble y Terry Hoitz son un par de policías de Nueva York que viven a la sombra de los héroes del cuerpo, los superagentes Christopher Danson y P.K. Highsmith. Pero cuando las cosas se tuerzan en la gran manzana, esta peculiar pareja tendrá que levantar sus traseros del despacho de la comisaría y entrar en acción.
Dolly Grip
Como agente de la CIA, Evelyn Salt (Angelina Jolie) hizo un juramento de deber y honor a su país. Su lealtad es puesta a prueba cuando un desertor le acusa de ser una espía rusa. Salt se da a la fuga y se ve obligada a utilizar todas sus habilidades y años de experiencia como espía encubierta para evitar que la capturen. Los esfuerzos de Salt para demostrar su inocencia sólo sirven para levantar aún más las sospechas acerca de sus motivos. Mientras continúa la caza para descubrir la verdad que se oculta tras su identidad, una pregunta sigue latente: "¿Quién es Salt?"