Maite Jiménez

Películas

Los pasos perdidos
Reportera
Mónica Erigaray es una joven que vive en una pequeña ciudad a orillas del Mediterráneo con unos padres muy conservadores: Ernesto, un argentino de buena posición económica, dueño de un concesionario de automóviles, e Inés, a quien su marido llama cariñosamente "La Gallega". Sobre la chica ejercen una extrema vigilancia no sólo Ernesto, sino también una desconocida. Mónica tiene dos pretendientes: Luis, muy del gusto de sus padres, y Pablo, más desenfadado y progresista. Pero este ambiente de aparente normalidad se rompe con la llegada a España de Bruno Leardi, un conocido escritor argentino que reclama a la chica como nieta suya e hija de su hijo y nuera, desaparecidos durante la última dictadura militar argentina. A partir de aquí, comienza una pugna judicial, moral y psicológica entre el escritor y la familia Erigaray que alterará las relaciones entre todos los personajes.
El amante bilingüe
Doncella blanca
Juan Marés (Imanol Arias), hombre de origen modesto, conoce en una exposición fotográfica a Norma (Ornella Muti), una joven adinerada. A pesar de la enorme diferencia social que les separa, se casan, pero su matrimonio constituye un fracaso. Una vez separado de su mujer, Juan se ve reducido a la mendicidad y se dedica a tocar el acordeón en las esquinas de Barcelona. La esquizofrenia se va instalando poco a poco en su mente. Por las noches recibe la visita de un personaje imaginario que le aconseja recuperar a Norma. Pero llega un momento en que el ficticio personaje empieza a ocupar el lugar de Juan, haciéndose dueño de su voluntad.
La marrana
Presa
Comedia rural ambientada en el Siglo XV. Tras haber estado cautivo en Túnez, Bartolomé regresa a su tierra extremeña con la ilusión de comer su manjar preferido: cerdo. En el camino se topa con un desertor que tiene una marrana.