Cuando Sandy (Catherine Zeta-Jones), una sexy madre de 40 años, descubre que su marido la engaña, su mundo aparentemente perfecto se viene abajo. Sin pensárselo dos veces, se traslada a Nueva York con sus dos hijos con ánimo de rehacer su vida. Allí, conoce a Aram (Justin Bartha), un encantador licenciado universitario de 25 años que trabaja en la cafetería bajo el apartamento que alquila Sandy. Cuando Sandy encuentra trabajo, le pide a Aram que haga de canguro de sus hijos. La carrera de Sandy empieza a despegar y Aram se va convirtiendo en una parte cada vez más importante de su vida. Es divertido y sus hijos lo adoran. Muy pronto, esta improvisada familia va tomando forma y, aunque hay una larga lista de razones por las que no deberían estar juntos, se enamoran. Sandy y Aram se topan con la resistencia de familiares y amigos a su nueva relación y ambos tendrán que decidir si lo que tienen es algo simplemente divertido y temporal o puede tratarse de algo realmente duradero...
Narra la odisea que debe vivir la bella princesa Giselle (Amy Adams), que es transportada por un hechizo de la malvada reina Narissa (Susan Sarandon) desde su mágico mundo a la moderna y caótica Manhattan actual. Inmersa en un entorno en el que "fueron felices y comieron perdices" no funciona, Giselle deambula por un mundo caótico que necesita urgentemente unos cuantos hechizos. Pero Giselle se enamora de un abogado divorciado, encantador pero nada perfecto (Patrick Dempsey) que decide ayudarla. A pesar de que en su mundo está prometida al príncipe de cuento de hadas (James Marsden), la joven princesa se hará la siguiente pregunta: ¿Su visión del amor ideal tiene futuro en el mundo real?