Alberto es un simpático sinvergüenza. Separado de su esposa hace cinco años, ahora tiene tres amantes, a las que siempre les pone la excusa de no poder casarse con ellas porque sigue estando casado, y el divorcio no está permitido. Hasta que un buen día el divorcio se legaliza y su mujer regresa con la intención de que firme los papeles del divorcio.