Priest at Funeral
Al salir de la cárcel, Jimmy Kilmartin, antiguo ladrón de coches, rompe toda relación con los antiguos colegas que lo traicionaron y decide empezar a vivir honradamente. Sólo mantiene contacto con su primo Ronnie, propietario de un taller de reciclado de vehículos robados. Una tarde Ronnie le pide que sustituya a uno de sus conductores, pues debe enviar los coches manipulados a su patrón, un gángster violento y asmático llamado Little Junior. Aunque al principio Jimmy se muestra reacio, acaba aceptando, pero cuando llega a su destino, el convoy es rodeado por la policía. Su compañero, asustado, dispara y hiere a uno de los agentes; Jimmy es condenado a cadena perpetua. Sin embargo, tres años después, sale en libertad condicional tras alcanzar un pacto con la policía: deberá volver con la banda de Little Junior y ganarse su confianza, para que la policía los pueda atrapar con las manos en la masa.