A man inherits his estranged father’s prized possession — a derelict porno theatre — in Kire Paputts’ second feature, about gentrification and finding love and compassion in unlikely places.
Stewart McBain (Coleman) es un magnate inmobiliario que se dedica a derribar viejos edificios para construir viviendas nuevas. Todo marcha bien hasta que se organiza una protesta con la que se pretende evitar la demolición de un antiguo edificio.