Jacques está divorciado y dirige una pequeña bodega, al borde de la quiebra. Hortense, decidida a no quedarse soltera e involucrada en la asociación, entra un día en su tienda y decide apuntarse a un taller de cata.
Un traficante parisino que quiere dejar atrás la vida de delincuente acepta un último encargo en España, en el que no faltarán el amor, mafiosos y una madre controladora.