“Traveling is not just going places, but meeting people, remarks a character in Michèle Rosier's refreshing human comedy. 18 people board a tour bus to Mont-Saint-Michel, eager and jittery — cameras aimed, desires out of focus. The motley crew includes a maturing maid mad to marry, a discreet Irishman, a pompous bourgeois, and a mysterious lady in Renaissance attire who looks as though she's lost her castle.No matches made in heaven here; in fact, the characters seem bent on driving each other crazy before the tour's end.When the bus is attacked by highway thieves, and its occupants divested of jewels and money, the misadventure makes them accomplice ... a kind of spell is cast on these mere mortals, shaken from their moorings, who quit their banality and take off from the big bus into another space, outward bound.” — Joan Dupont
Tres hombres solteros comparten un piso. De pronto les llega un paquete. Es una niña casi recién nacida, hija al parecer de uno de ellos, a la que tendrán que atender, a pesar de que ninguno de los tres tiene ni la más remota idea de cómo cuidar a un bebé...
Fred (Christopher Lambert) vive en el metro de París y sobrevive a base de pequeños robos. Héléna (Isabelle Adjani) es la bella esposa de un millonario al que Fred acaba de robar. Ella necesita recuperar los documentos robados; él quiere casarse con ella y montar un grupo de rock con un batería (Jean Reno) y un bajo (Éric Serra). Con la mafia y la policía siguiéndoles los talones, ambos buscan refugio en el laberinto del metro. Así empieza una aventura por un mundo subterráneo, poblado por los seres más extraños. (FILMAFFINITY)
