En un futuro cercano, en La Tierra la perfección genética impera. Los seres inferiores, como Vincent Freeman, cuyo ADN es fruto de una relación natural y no de laboratorio, están condenados al fracaso. Pero Vincent quiere triunfar, y conseguirá esconder su verdadera condición para conseguir su objetivo más ansiado: ser piloto espacial.
Willams es padre y esposo. Sus hijos lo consideran un padre maravilloso, pero su mujer está cansada de que se comporte como si también él fuera un niño. Tras un accidentado divorcio, aunque lucha con todas sus fuerzas para conseguir la custodia de los niños, el juez no se la concede. Decide entonces hacerse pasar por una señora mayor para poder ser, al menos, la canguro de sus hijos.
La desintegración de un matrimonio perfecto, tan modélico que resultan insultantes sus vidas tan cómodas como vacías, se produce cuando la esposa, madre y ama de casa perfecta, con una eficaz y oronda sirvienta alemana que completa el cuadro familiar, cae en la cuenta de que desea algo más: recobrar su propia identidad.