La viuda (Elke Sommer) de un científico y su compañero (Oliver Reed) intentan beneficiarse del experimento de su hijo, mismo que se vuelve incontrolable.
Bajo el aspecto de un mundo feliz controlado gracias a la realidad virtual, se esconde un monstruoso futuro post-atómico, habitado por mutantes, caníbales y un extraño y sangriento culto que adora los desperdicios de la vieja tecnología.