Lino y Chicca son dos profesionales bien valorados y felizmente casados. Lino es un periodista deportivo que comienza a sufrir los primeros síntomas de un Alzheimer que avanza, sin piedad, arrasando su mente.
La película abre con un largo flashback sobre unos sucesos que ocurren en un asilo de la ciudad de Davenport en Iowa regentado por monjas. Allí son brutalmente asesinadas la madre superiora y dos mujeres y dos novicias desaparecen y nunca se vuelve a saber de ellas. En la actualidad, Lei (Laura Morante) es una mujer de origen italiano que ha pasado 15 años recuperándose en un sanatorio mental tras el suicido de su marido. Lee llega a Davenport donde prepara abrir un restaurante de comida italiana en la vieja mansión de Snakes Hall, el viejo asilo, que ahora está abandonado. Cuando entran en él, comienzan a pasar cosas extrañas…
Apulia, inicios de la posguerra: Giordano Ricci (Antonio Albanese) es un hombretón con barba hirsuta que se dedica a levantar campos de minas en Torre Canne. Giordano está considerado por todos como un enfermo mental. Las únicas que se preocupan por él son las viejas tías (Angela Luce y Marisa Merlini) que regentan la fábrica de peladillas de la familia. La vida de Giordano cambia de repente con la llegada de una carta desde Bolonia. El remitente es su cuñada Liliana (Katia Ricciarelli), viuda de su hermano desde hace pocos meses, y a la que él amó en secreto durante la adolescencia. Giordano, feliz, no evita invitarla a la gran masería de Torre Canne suscitando las iras de sus tías. Nino (Neri Marcorè), el joven y espabilado hijo de Liliana, y ella misma salen así hacia Apulia con un coche robado. El cariño de Liliana por Giordano, por ese hombre tan bueno, crece con el tiempo... (FILMAFFINITY)